La guayaba de cartón: Aditamento de barro para ahorrar electricidad

Juan Delgado y Andrés San Román, los dos innovadores del barro.– Desde comienzos de año, la prensa oficial cubana está enfrascada en una campaña para promover entre la población el uso de un aditamento de barro que sería la salvación para el ahorro de energía eléctrica a lo largo del país.

En marzo, la entonces ministra de la Industria Básica, Yadira García, había orientado aumentar la producción del aditamento salvador en reuniones por todo el país, acompañada del Comandante de la Informática, Ramiro Valdés.

Ahora se anuncia que el aditamento pasó el examen del Laboratorio de Ensayos de Tropicalización (LABET), adscrito al Ministerio de la Industria Sideromecánica, y que su implementación masiva será una bendición para las economías familiares.

La comprobación científica mediante este “laboratorio imparcial”  fue requerida en medio de una polémica suscitada por un experimento en Villaclara, que sugirió que sería un error generalizar el uso del dispositivo.

En resumen, la pieza de barro cocido es una iniciativa de dos inventores del poblado camagüeyano de Sibanicú: Andrés San Román y Juan Delgado, quienes idearon la famosa pieza con el propósito de reducir el consumo de las hornillas eléctricas.

De acuerdo con los cálculos, de generalizarse el uso de la piecesita, podría representar un ahorro para el país de 6,000 megawatts mensuales.

En Cuba, 3.2 millones de familias cocinan con electricidad y consumen casi el 20 por ciento de la energía eléctrica destinada al sector residencial.

Así lo testimonia Gisel Ocaña, una usuaria del aditamento: “Ponía la cafetera y, cuando comenzaba a colar, apagaba el fogón. Igual para calentar la leche o el pan en el desayuno, y para hacer almuerzo o comida. No es necesario esperar hasta el final: basta con el calor que retiene el barro. Solo debes saberlo usar”.

Y así las cosas, el aditamento originario de Sibanicú se ha convertido en la nueva gallina de los huevos de oro en la isla, como antes lo fueron la espirulina, la oca, el plátano microjet y el picadillo texturizado.

De lo que no se habla en las alabanzas al aditamento es que la proliferación de las hornillas y el uso de la electricidad para cocinar es el resultado de la “revolución energética” promovida por Fidel Castro en el 2005. Un programa que -como muchos de antaño- iba a resolver los problemas del país.

Suerte que tienen los cubanos con los cuentos de futurología.

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