Falleció Angel Ma Argudín, fundador del programa Prismas

Por WILFREDO CANCIO ISLA

El crítico y documentalista cubano Angel Ma Argudín, fundador del popular espacio televisivo Prismas, falleció este domingo en Miami, víctima de un derrame cerebral. Tenía 62 años.

Ma murió a las 4:05 p.m. en el Hospital Mount Sinaí de Miami Beach, adonde fue ingresado la tarde del miércoles en estado inconsciente. Los medicos dictaminaron que su condición era irreversible.

“Era un compañero increíble, un hombre muy especial, con una tremenda vocación de ayudar y amar”, dijo su esposa Irma Pujol. “Aunque vivíamos juntos, me escribía cartas de amor casi todos los días,”.

El Chino Ma, como era conocido entre sus amigos y allegados, fue un incansable promotor de cortos y documentales de escasa divulgación en la audiencia cubana. En la última década se volcó también a rescatar la memoria de sus ancestros chinos en Cuba.

Sus comienzos en los medios artísticos fueron en 1969 como diseñador e ilustrador del periódico Juventud Rebelde y luego, en 1972, como dibujante de historietas infantiles en el semanario Pionero.

Graduado de la Licenciatura en Historia del Arte por la Universidad de Habana, en 1978, Ma pasó poco después a trabajar en el Canal 6 de la Televisión Cubana como asesor de programas cinematográficos. Fue el artífice de proyectos como Ciencia Ficción en Verano y Umbrales del Siglo XXI,  primer noticiero internacional sobre ciencia y técnica producido en Cuba.

Pero Ma era mayormente conocido como fundador de Prismas, un programa inaugurado en la Televisión Cubana en 1986 para exhibir cortometrajes y dibujos animados que no se promovían en los circuitos comerciales. El espacio, con frecuencia semanal, se convirtió en breve en una ventana al mundo, con altos niveles de audiencia a pesar de exhibirse en el horario de medianoche.

“Angel Ma fue un precursor que nos abrió una ventana al mundo a contracorriente del dogmatismo ideológico y la cerrazón  cultural en un medio tan inhóspito como la televisión cubana de los años 80”, manifestó el crítico Alejandro Ríos, presentador del programa La Mirada Indiscreta de AméricaTeVe. “Tuvo fe en el género documental y contribuyó a dignificarlo entre el público cubano, convirtiendo a Prismas en un programa inolvidable”.

En una entrevista reciente, Ma reconoció que la experiencia de Prismas –fundado en 1986- fue “un verdadero hito para una generación de televidentes cubanos que por primera vez pudieron ver imágenes del mundo que no eran de miseria y drogas”.

El programa incluyó documentales sobre el Record Guiness, cortos estadounidenses y europeos, y musicales de grupos extranjeros de escasísima difusión en la isla, así como numerosos materiales que dormían olvidados en las bóvedas del Instituto del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).

“La gente comenzó a comprender que el mundo no era tan estrecho como decía la prensa oficial”, me dijo Ma durante la entrevista.

Comprometido con la historia de sus ancentros, se dedicó desde 1998 a filmar la historia del Barrio Chino de La Habana y cumplió un viejo sueño familiar: viajar a China.

Ese mismo año diseñó y dirigió la primera coproducción cubano-china: el largometraje La Primavera del Dragón, que lo llevó a recorrer el país asiático.

Durante la visita a China pudo visitar Zhen Shen, la ciudad de sus antepasados y donde aún permanecía en pie la casa paterna. Allí logró cumplir una petición que le hizo su padre al morir en Cuba en 1987: rendir tributo ante la tumba de sus abuelos.

Realizó además otros 15 documentales breves sobre la presencia china en Cuba, en los que explora personajes, tradiciones y acontecimientos recientes en la comunidad china arraigada en la isla desde mediados del siglo XIX.

En junio del 2008 decidió radicarse en Miami tras un viaje familiar. El pasado año, el programa La Mirada Indiscreta presentó La felicidad según Samuel (2006) y El regreso de las divas (2001), ambos dedicados a la vida de los chinos en Cuba.

En Miami creó una escuela reiki de energía curativa, que contaba con un nutrido grupo de alumnos y seguidores.

Lo sobreviven su esposa Irma Pujol, en Miami, y en Cuba, sus hijos Alien, cineasta, y Lisandra, diseñadora.

La familia anunciará un velorio de cuerpo presente la semana entrante. Cumpliendo su última voluntad, los restos serán cremados.

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