Juan Juan Almeida: “Yo no soy un político”
Por Ivette Leyva Martínez
El abogado disidente Juan Juan Almeida, hijo del fallecido comandante Juan Almeida Bosque, llegó este jueves a Miami para reunirse con su familia y recibir tratamiento médico.
“Le agradezco a los medios, a la intervención de la Iglesia [Católica], a todos los que influyeron en esta liberación y también a los que me criticaron”, declaró Juan Juan a la prensa al llegar al aeropuerto de Miami. “Mi objetivo es estar con mi familia”.
“Raúl Castro no es el único, pero sí el principal responsable de que yo no haya podido salir de Cuba en los últimos siete años para recibir el tratamiento médico que necesito”, agregó.
Respeto a los motivos de Raúl Castro para retenerlo, Juan Juan dijo que “hay muchas cosas personales y familiares, algunas razones sucias de las que no quiero hablar en este momento”.
“Yo no soy un político, mi caso se ha politizado demasiado”, agregó.
Juan Juan obtuvo el el permiso de salida por el que luchó durante siete años el miércoles. Inicialmente estaba previsto que llegara a Miami la noche de ese día, pero durante una escala en Cancún, México, tuvo problemas con la conexión aérea a Miami.
“Me parece mentira, no puedo creer todavía que estemos juntos aquí. Esto lo hemos logrado con muchas gestiones y grandes esfuerzos”, declaró su hija Indira Omaña.
Juan Juan llegó a Estados Unidos con permiso temporal. El 1ro. de septiembre la familia viajará a Los Angeles, donde él tiene una cita con los médicos del Hospital Cedros del Sinai que atenderán su caso.
La Iglesia Católica cubana intervino en favor de la liberación de Juan Juan, reafirmando su papel mediador ante el gobierno de Raúl Castro.
La mediación se produjo semanas después de que la esposa e hija de Juan Juan, residentes en Miami, entregaran una carta a Ortega, solicitándole que interviniera para favorecer su salida por razones humanitarias.
“El cardenal recibió respuesta positiva en la que se comunicaba que Juan Juan podía ir a solicitar permiso de salida y proceder los demás trámites. Yo personalmente llamé a su casa y le di la noticia de parte del cardenal Ortega”, dijo Orlando Márquez, portavoz del Arzobispado de La Habana.
Juan Juan estuvo internado en el hospital Manuel Fajardo de La Habana a causa de los efectos sobre su salud de una huelga de hambre que inició el pasado 6 de julio para protestar por la negativa de las autoridades cubanas a dejarlo salir de la isla.
Abandonó el hospital hace 15 días porque iba a ser trasladado a una sala de siquiatría. Su esposa Consuelo Almeida, quien reside en Miami junto a la hija de ambos, Indira, indicó que tras deponer la huelga pesa unas 130 libras de las 180 libras que pesaba antes.
El 3 de agosto, Juan Juan publicó un video en Facebook, donde anunció que a partir de ese día realizaría una protesta pacífica todos los días para reclamar la reunificación con su familia y recibir atención médica.
“Sin ánimo de crear disturbios públicos y sin abandonar este ayuno que continuaré hasta lograr mi objetivo, si no me apresan, todos los días a partir de mañana iré a la Plaza de la Revolución para llamar la atención únicamente de las autoridades, porque necesito ir al doctor y abrazar a mi familia”, dijo.
Juan Juan padece una enfermedad reumatológica degenerativa y sus gestiones para viajar al extranjero a recibir tratamiento médico comenzaron en el 2004.
Ha recibido también una visa para venir a Estados Unidos.
El pasado 6 de agosto, Consuelo e Indira convocaron a un conferencia de prensa en Miami, donde responsabilizaron al gobierno de Raúl Castro de la suerte de Juan Juan Almeida.
En mayo del 2009, Juan Juan fue detenido en un presunto intento de salida ilegal del país junto a un grupo de 60 personas. Días después de su detención, se publicó en España el libro Memorias de un guerrillero, que relata sus vivencias en torno a la élite de poder en Cuba.
Al producirse la muerte del padre, las autoridades cubanas le impidieron participar en los funerales en la Plaza de la Revolución de La Habana, así como asistir al sepelio en la ciudad de Santiago de Cuba. Sólo se le permitió ver por unos minutos el cadáver, pero separado del resto de la familia.
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