Cuba perfila estrategia para “intercambio de espías” con EEUU

Cuba perfila estrategia para Cuba anunció una fuerte ofensiva internacional para denunciar los supuestos maltratos contra el prisionero Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas por espionaje, y Fidel Castro acusó a Estados Unidos de torturarlo.

Castro aseguró este viernes que Hernández, jefe de la Red Avispa de espionaje, estaba enfermo, confinado a una celda de dos metros de ancho junto a otro prisionero.

“¿Hizo algo?  No, nada. Y este castigo no lo decidió la prisión. Se reunieron cuatro oficiales del FBI para decidir y decidieron. ¡Eso es tortura!”, aseguró durante un encuentro con militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas en el Palacio de las Convenciones. Entre los asistentes se encontraba Elián González, convertido en figura simbólica de la nueva generación.

Castro se quejó de que el presidente estadounidense Barack Obama “los pudo haber soltado [a Hernández y otros cuatro espías cubanos], como acaban de soltar a un montón de gente, que dijeron eran espías rusos”, y aprovechó para aludir al caso del contratista estadounidense Alan P. Gross, detenido en Cuba desde diciembre bajo sospechas de espionaje.

Aunque no fue mencionado por su nombre, Gross emergió como la clave de constrate en esta intencionada alusión de Castro, quien rechazó las presiones recientes de Washington para que Cuba “”suelte a uno que otro espía (…) que jamás estarán en una prisión de esas, que jamás serían torturados’.

Para terminar la reunión, Castro fue hasta un podio contiguo a la mesa de presidencia del acto para leer un mensaje a los jóvenes. Es la primera vez desde que cayó enfermo en julio del 2006 que toma un estrado para pronunciar un discurso de pie.

Es el tercer discurso público de Castro que se transmite por la televisión cubana en los últimos seis días.

Las palabras del ex gobernante sintonizaron con las declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), Ricardo Alarcón, quien la víspera anunció una campaña a favor de Hernández y exhortó a emplear “las nuevas tecnologías de la información” en la divulgación del caso.

El parlamento iniciará su sesión plenaria de este domingo con un documento oficial de condena por la situación de Hernández, quien estaría afectado de salud y bajo condiciones de castigo en la cárcel de Victorville, California.

La iniciativa gubernamental se puso en marcha apenas cuatro días después de que Fidel Castro vaticinó públicamente que los cinco espías de la Red Avispa presos en Estados Unidos serían liberados mucho antes de que termine el año, y asumió responsabilidad con “decírselo a las familias’.

Alarcón dijo que Cuba no ha recibido respuesta de las autoridades estadounidenses  sobre el tratamiento a Hernández, a pesar de las gestiones realizadas por vía diplomática.

Hermetismo de Washington

Washington confirmó el jueves que había recibido una nota diplomática con alegaciones de maltratos a Hernández, pero declinó abundar sobre el caso.

“Más preguntas en relación con el señor Hernández deben ser dirigidas al Buró Federal de Prisiones”, dijo un portavoz del Departamento de Estado.

El funcionario estadounidense señaló que no hay nada que comentar acerca de las afirmaciones de Fidel Castro respecto a la inminente excarcelación de los cinco agentes cubanos, considerados por la propaganda oficial como “Cinco Héroes prisioneros del Imperio”.

Alarcón agregó que Hernández -jefe la red desmantelada en 1998- padece de hipertensión arterial y ha contraído una bacteria circulante entre la población penal, y detalló que está encerrado en una celda de dos metros de largo por uno de ancho bajo temperaturas superiores a los 35 grados Celsius.

Los pormenores sobre la salud y las condiciones carcelarias de Hernández coinciden con la excarcelación y traslado a España de 20 prisioneros políticos cubanos -algunos de ellos con serias afectaciones físicas y sicológicas- tras un acuerdo entre Raúl Castro, la Iglesia Católica y el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Esta semana llegó a Miami el ex prisionero Ariel Sigler Amaya, parapléjico y con visible deterioro, para recibir tratamiento de urgencia. Sus declaraciones sobre los vejámenes y falta de atención médica en Cuba han acaparado grandes despliegues en la prensa internacional.

Convocan a jornada en Twitter

La contraofensiva del régimen cubano no se hizo esperar enarbolando la supuesta enfermedad y confinamiento de Hernández.

“Tal régimen equivale a tortura física y sicológica”, aseguró el jueves Alarcón durante una intervención ante la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional.

Alarcón llamó a contrarrestar esa situación mediante el uso de “los medios alternativos de comunicación, las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y todas las vías de intercambio entre las personas”.

La reacción de los blogueros y twitteros oficialistas no se hizo esperar. De inmediato, un miembro de twitter que responde al perfil de “Yohandry” llamó a iniciar una jornada en la red “por la libertad de los cinco y denunciar el maltrato a Gerardo”, y advirtieron que solo terminará “cuando se haga justicia”.

El llamado fue secundado de inmediato por simpatizantes del gobierno castrista en la internet.  “Yohandry” tiene 1,756 seguidores en Twitter.

A fines del año pasado, Alarcón reconoció que quedaban pocas posibilidades legales para obtener la liberación de los cinco hombres. “Solo nos queda luchar en el terreno político, de la movilización y hacerlo con pasión revolucionaria”, admitió ante diputados de la Comisión de Relaciones Internacionales del parlamento. “Sólo un movimiento solidario cada día más amplio y persistente, que llegue a las máximas instancias de Washington, podrá lograr la liberación de nuestros cinco compañeros”.

Cuba pide gestos

El pasado lunes 26 de julio, Fidel Castro se quejó de que Estados Unidos no hubiera tenido el “gesto” de liberar a los espías: “Tú te imaginas que los cinco compañeros esos, que están allí, separados en cárceles… no tengan el menor gesto de ponerlos en libertad”, dijo durante una intervención ante intelectuales y artistas dentro del memorial José Martí de la Plaza de la Revolución.

“Qué les costaría que cinco seres humanos separados de la familia …los manden. Bueno, como yo decía en Artemisa, los están elevando al sitio de honor, y los van a tener que soltar. Yo ahora creo más que nunca que están cerca de que los suelten. El fin de año pueden preparar ya…lo que haya, vamos a ver cómo se reparte lo que haya…pero mucho antes de fin de año. Me responsabilizo con decírselo a la familia”, afirmó.

El anciano líder parece hacerse eco así de las palabras de su hermano Raúl, quien durante una visita a Brasil en diciembre del 2008 propuso a Estados Unidos hacer “un gesto de ambas partes’.

“Vamos a hacer gesto y gesto’, afirmó Raúl Castro. “Esos prisioneros [disidentes encarcelados], ¿quieren soltarlos?, que nos lo digan, se los mandamos para allá con familia y todo. Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes. Es un gesto de ambas partes’.

En enero de 2009, el abogado de Gerardo Hernández, Paul McKenna, admitió por primera vez la posibilidad de un canje. “Sería ingenuo decir que no es una opción posible”, declaró.

Dos meses después, José Pertierra, abogado cubanoamericano que aboga por la liberación de los cinco agentes, refrendó las palabras de Raúl al recordar un precedente histórico para la mutua liberación de presos: en septiembre de 1979, Estados Unidos liberó a cuatro nacionalistas puertorriqueños y 10 días después Cuba excarceló a cuatro ciudadanos estadounidenses que estaban presos en la isla, entre ellos el espia de la CIA Lawrence Lunt.

Pertierra calificó la liberaciones  de “gestos unilaterales pero recíprocos” en oposición al término “canje”.

Lo que ahora emerge como foco de máximo interés tras las declaraciones de Castro y la campaña lanzada por Alarcón esta semana es que el caso de Gross tiene los ingredientes necesarios para convertirse en la carta del gobierno cubano para forzar un intercambio de “prisioneros espías”.

Gross, de 60 años,  lleva casi ocho meses encarcelado sin que se le hayan formulado cargos. La Casa Blanca, legisladores federales y el lobby judío en Estados Unidos han presionado para su liberación.

El subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, dijo este viernes que el arresto de Gross es inaceptable.

“Él no estaba violando ninguna ley y no le han sido formulados cargos, hasta donde sé. No se encuentra bien, ha perdido 80 libras de peso. Exhortamos al gobierno cubano a liberarlo”, enfatizó el funcionario estadounidense.

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