Cartas de Fermín Valdés Domínguez/1910
Fermín Valdés Domínguez (1853-1910) es casi siempre recordado en la historia por su entrañable relación con José Martí y su apasionada defensa de los ocho estudiantes de Medicina, fusilados por las autoridades coloniales en 1871.
En cambio, poco se habla de su desempeño como Mayor General del Ejército Libertador, de su exilio en Estados Unidos, de sus desvelos como médico de la Secretaría de Sanidad y Beneficiencia durante la naciente república y -aún menos- de su inquietante Diario de Soldado, del que sólo fueron publicados cuatro tomos en Cuba entre 1972 y 1974.
El quinto tomo está bajo el cerrojo de la historiografía oficial cubana. Valdés Domínguez no tenía pelos en la lengua y ya en el primer tomo del Diario fijó el tono desacralizador de sus memorias, calificando de “cueva de víboras” al gobierno en la manigua, y definiendo al General Antonio Maceo como un hombre que odiaba a Martí y tenía “su alma más negra que su piel”.
Las cartas inéditas que presentamos aquí fueron escritas por Valdés Domínguez desde su casa en Reina 20, en La Habana, apenas días antes de morir. Estaba ya muy enfermo y postrado en cama. Una de las misivas parece haber tenido el auxilio de su esposa Asunción Castillo, con quien el patriota cubano se casó, en segundas nupcias, al llegar al exilio en Estados Unidos en 1898. El matrimonio se realizó en Tampa, ciudad natal de Castillo.
Al cumplirse el centenario de su muerte, el pasado 10 de julio, se develó una tarja honorífica en la casa de Baracoa, Guantánamo, donde residió y ejerció la medicina Valdés Domínguez entre 1883 y 1893.
